Esquema relacional
En 1630 Rembrandt empieza a tener sus primeros éxitos en Leiden, tras haber estudiado durante varios meses con Pieter Lastman en Amsterdam. Posiblemente el primer sorprendido ante los numerosos encargos sea el propio pintor, mostrándose en este aguafuerte con un divertido gesto, abriendo los ojos y la boca para indicarnos su sorpresa. La viveza del rostro del maestro se consigue con un perfecto dibujo, trazando las líneas con una seguridad impactante.