Esquema relacional
La austera imagen con el autorretrato del artista plantea los rasgos más principales del estilo predominante en el Barroco de Holanda, hondamente influido por el tenebrismo de Caravaggio y sus seguidores. El contraste entre las zonas iluminadas y en sombra crea un espacio en el que el volumen de la figura adquiere presencia real tan sólo a partir del modelado de la luz sobre el cuerpo. El rostro y el cabello rubio del pintor resaltan contra las vestiduras negras y el fondo pardusco, en equilibrio con el suelo brillantemente iluminado por una luz amarilla que bordea los lazos negros de los zapatos lustrados. La pose del pintor es muy elegante y su secreto estriba sencillamente en la unión de las piernas, opuestos en vertical y horizontal los dos pies. Parece un argumento sencillo, pero le dio la fama a Velázquez cuando este artista español copió los modelos flamencos y sustituyó la ordinaria pose de los retratos españoles con las piernas a compás por esta elegante silueta fusiforme.