Augusto y la Sibila

La sibila Tiburcina muestra al emperador Augusto -seguramente Carlos IX idealizado- una visión idealizada de la Virgen con el Niño, sobre una vista de París como Nova Roma. Artista ligado íntimamente a las fiestas cortesanas de los últimos Valois, Caron nos propone aquí, haciendo alarde del sentido único del Manierismo, su idea de ciudad-espectáculo con toda suerte de arquitecturas efímeras, arcos triunfales y columnas fantásticas, todo situado en un amplio espacio. El conjunto se hace inquietante y onírico.