Desarrollo
Durante los períodos fríos del Pleistoceno medio y superior, a causa de las condiciones climáticas, las cabras monteses descendieron a zonas de baja altitud, aunque sin extenderse a las grandes llanuras. Entonces fueron objeto del interés de los cazadores paleolíticos que muchas veces las hicieron figurar en sus santuarios. Tenemos bellos ejemplos en Altamira, realizados dentro del conjunto de pinturas del periodo Magdaleniense, en torno a 14.500 años.