Desarrollo
A la espera de su intervención en el Palacio Real nuevo, Amigoni decoró al fresco, entre 1748 y finales de 1750, el techo de la Sala de Conversación (hoy Comedor de Gala), del Palacio Real de Aranjuez, donde representó las Virtudes que deben adornar la Monarquía, con una brillantez de colorido y una soltura en la que confluían lo veneciano y lo romano en perfecta armonía rococó.