Desarrollo
El más hermoso y homogéneo de los arcos romanos conservados, conmemora las victorias del emperador Septimio Severo sobre los árabes y los partos. La arquitectura y la escultura de época severiana son las más barrocas de la historia del arte romano, como se echa de ver comparando este arco con el más próximo, sencillo y pequeño del otro extremo del foro, el Arco de Tito. Visto desde la ladera del Capitolio, junto al Coliseo, como lo está en esta fotografía, resplandece la armonía de sus proporciones.