Desarrollo
Con el nombre de Biedermeier se conoce un estilo nacido, en origen, en las artes decorativas, durante la era de la Restauración (1815-48) en Alemania. Este término fue acuñado por dos escritores, Ludwig Eichrodt y Adolf Kussmaul en algunas poesías satíricas publicadas por un diario de Munich en 1855. Se caracteriza por su funcionalidad y confortabilidad, adecuada a la vida de la pujante burguesía de la época. Sus rasgos, en materia decorativa, son las superficies lisas, las firmes proporciones y la sobriedad de líneas, por oposición a la sofisticación del estilo Imperio. Otras cualidades de que goza son el empleo de la marquetería de maderas claras, en taracea o alternando con maderas oscuras. El término se aplicó también a los objetos de cristal y porcelana creados para armonizar con las decoraciones. Estos cristales son de tipo compacto, tallados y frecuentemente realizados con colores vivos. Por extensión se conoció de esta manera un género de pintura que reflejaba el pequeño mundo burgués, afable y conformista. Se caracteriza por la profunda y detenida descripción del ambiente y los objetos. Entre estos pintores destacan, como ejemplo, F. G. Waldmüller, austriaco, y el suizo J. L. Agasse.