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Datos principales


Rango

Vida cotidiana Fin-d

Desarrollo


El hecho de que cada vez fueran más las personas que gozaban de una cierta prosperidad material y dispusieran de tiempo libre, hizo que las diversiones perdieran el carácter elitista que habían tenido hasta entonces. La música ofreció amplias posibilidades en ese sentido, por lo que se propagó tanto su práctica (pianos fabricados por Henry Steinway) como la asistencia a conciertos. Los conciertos populares se organizaron establemente en las grandes ciudades europeas y algunos músicos, como Mendelssohn (que hizo diez giras por Inglaterra), tuvieron una gran aceptación ante amplios auditorios. Los festivales Handel, que se celebraron en el Crystal Palace londinense desde 1862, atrajeron audiencias superiores a las setenta mil personas. Este público, por lo demás, huía de los solemnes planteamientos dramáticos de la música neoclásica, y prefería una música festiva o la expresión de sentimientos más cercanos a la nueva sociedad. Eso explica el éxito, en el París del segundo Imperio, de las casi cien operetas dejadas por el renano Jacques Offenbach, que tanto contrastaban con la artificiosidad del prusiano G. Meyerbeer. En la misma línea del gusto popular habría que aludir al éxito de las óperas de Ch. Gounod, G. Bizet o G. Verdi. Por otra parte, las décadas centrales de siglo presencian el desarrollo de deportes entre las clases medias que tienen unas características muy diversas a las tradicionales distracciones de las clases aristocráticas (caza, carreras, luchas de animales), que aún tenían mucho atractivo sobre las clases populares.

Los nuevos deportes de las clases medias, con reglas estrictas y deliberada exclusión de la violencia, estaban encaminados a mantener la forma física y a distraer los ánimos después de las jornadas de trabajo. Las primeras reglas del fútbol (soccer) se fijaron en la Universidad de Cambridge en 1863, el mismo año en que se fundaba la Football Association. El desarrollo de la gimnasia, especialmente en el mundo germánico, tuvo mucha relación con las necesidades del entrenamiento militar en sociedades con un fuerte componente nacionalista. Otros deportes practicados por las clases medias fueron el rugby, el remo, el atletismo o la natación. En la mayoría de ellos el espíritu de equipo era preferido al simple esfuerzo individual, característico del deporte aristocrático. Por otra parte, el desarrollo de una sociedad urbana provocó también el desarrollo de sociedades instructivas que aseguraban la divulgación de saberes en campos como la historia natural, la arqueología o la geografía, o la creación de sociedades corales y bandas de música para practicar en los ratos libres.

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