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Datos principales


Rango

Grecia Arcaica

Desarrollo


La arqueología muestra que, a finales de la Edad Oscura, el siglo VIII representa el marco de la recuperación en territorio laconio y la ruptura con el aislamiento. Muchos de los instrumentos metálicos hallados son de nueva factura, aunque de algún modo tienden a imitar a los antiguos y a producir la impresión de continuidad. En la realidad, las espadas de hierro imitan las antiguas de bronce, pero los recursos técnicos son nuevos aunque las formas reflejan la tendencia a imitar el pasado, lejano pero prestigioso. Entre continuidad y ruptura no puede establecerse una disyuntiva radical, pues ambas propuestas son reales. El modelo micénico se adapta a los nuevos recursos materiales y a la nueva realidad de una guerra móvil, individual, donde el carro sirve de transporte para combatir a pie. Tal estructura corresponde a un nuevo modo de controlar el territorio. Junto a ello, la situación que empieza a ser conocida desde el siglo VIII revela igualmente una nueva forma de organizarse las relaciones humanas. La tradición hace notar que las diferencias sociales se corresponden con las que se forjarían entre los dorios y los predorios, pero, al mismo tiempo, tal identificación puede responder más bien a la imagen que se hacían los espartanos de tiempos posteriores de su pasado. De hecho, el rey Cleómenes se presenta como no dorio, con lo que parece paradójico que se identifique a los dorios con las clases dominantes y que el rey niegue pertenecer a ellos. Puede pensarse que ya está configurada la estructura que define como privilegiados a los espartiatas y como clase oprimida a los hilotas, pero, al mismo tiempo, determinados datos hacen pensar que lo que se fragua en el siglo VIII es el conjunto de las condiciones necesarias para que se llegue a plasmar esa diferencia y ese modo concreto de explotación del trabajo.

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