Diego Armando Maradona
Desarrollo
La mayor industria de marketing deportivo nació en el barrio bonaerense de Lanús, humilde hasta el raquitismo, en una familia con siete hermanos. Tomó el primer balón de fútbol que le regalaron como herramienta de trabajo, y diez días antes de cumplir los 16 años, en octubre de 1976, debutó en primera división con Argentinos Juniors. Desde entonces, su habilidad movió y conmovió a muchos intermediarios y asesores que diseñaron una biografía convulsa, digna de telenovela, que incluye paternidades atribuidas durante su estancia en Italia. Jugó en Boca Juniors, el equipo más representativo de Argentina; en el Barcelona inestable de los primeros 80; en el Nápoles, donde revitalizó el profundo sur italiano. Consiguió todos los títulos: un mundial de selecciones, dos ligas y una copa de la UEFA con el Nápoles. Pero en la ciudad italiana, entre depresión y depresión, sucumbió a la cocaína: en 1991 fue condenado a dos años de sanción y reincidió en su país, donde se le detuvo por tenencia y consumo de drogas. El Sevilla le tendió una mano para recuperarse, y jugó en España una discreta temporada. En el ocaso de la carrera, jugó siete partidos en el Newell's Old Boys, de Rosario (Argentina), antes de protagonizar la enésima "espantá". Los periodistas, que siguen acudiendo al reclamo del jugador, fueron recibidos con disparos de fogueo por el astro argentino, poco animado en vísperas del Mundial de Estados Unidos. El mejor recuerdo de su talento, a pesar de tanto incidente, son los dos goles que consiguió frente a Inglaterra en el Mundial de México. Uno, tras sortear a varios ingleses en una carrera de 50 metros y otro con la mano: "Era la mano de Dios", dijo. A pesar de intentar reincorporarse al mundo deportivo en varias ocasiones, sus problemas con la droga han persistido. Recientemente la FIFA ha reconocido con un premio al mejor jugador de la historia, que ha disputado con Pelé , su trayectoria profesional.