Retablo de Annalena

Contenidos relacionados


Una de las principales aportaciones de Fra Angelico a la pintura renacentista serán las Sagradas Conversaciones, como ésta que contemplamos en el Retablo de Annalena procedente del convento de San Vincenzo d´Annalena, considerada una de las primeras que realizó. La Virgen y los santos están dentro del mismo espacio pictórico y forman unidad compositiva. La Virgen y el Niño ocupan la zona central de la tabla, situados bajo una hornacina de clara inspiración clásica; al fondo, una arquería cubierta con un brocado dorado que corta la perspectiva. La figura de María, dotada de una monumental volumetría inspirada en Masaccio, contrasta con algunos de los santos, de mayor planitud, aunando el estilo quattrocentista con los últimos coletazos del tardogótico. Los pesados pliegues de los ropajes ocultan la anatomía de las figuras, destacando sus manos y sus pies. El brillante colorido es una importante novedad que identifica la pintura de Fra Angelico y la convierte en un máximo exponente de la representación serena y devota de su tiempo.

Compartir