Palacio Real (La Granja de San Ildefonso, Segovia). Fuente de la Fama
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La idea esencial está tomada de la temática de Marly y es resultado de la ingeniosidad barroca, de su retórica espectacular, de su rica y sabia experiencia figurativa. Frémin, en unión de Thierry y de otros maestros franceses de la estatuaria, realizó las fuentes de los jardines de La Granja de San Ildefonso reorientando la tradición escultórica hispánica. Sus discursos son diversos, pero cualquiera de sus modelos ejemplifica el nuevo tratamiento estético basado en principios de armonía, de coordinación del movimiento, de persistencia en los mitos clásicos, que es prueba de una vivísima cultura de corte situada en el centro de la actividad artística borbónica. Las coordenadas geométricas del grupo no impiden el que los personajes se muevan con libertad y que la obra exprese un sentimiento efímero e inconstante, con cierta apertura emotiva que hace más comprensible su mensaje moralista. En la fuente de la Fama, en medio de un gran pilón circular, se levanta un peñasco de plomo, imitando mármol. En la cúspide encontramos a Pegaso llevando sobre sus alas a la Fama, tocando el clarín. Entre las pezuñas del caballo alado se sitúan dos guerreros vencidos mientras que dos moros yacen en el suelo. El Guadalquivir, el Duero y el Ebro se representan casi al nivel del agua.