Mujer con balanza

Datos principales


Autor

Jan,Johannes Vermeer

Fecha

1664 h.

Estilo

Barroco Centroeuropeo

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

42,5 x 38 cm.

Museo

National Gallery (Washington)

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Esta escena aparentemente trivial esconde varios significados ocultos sobre los que su autor, Vermeer, nos proporciona algunas claves. El lienzo nos muestra a una joven mujer encinta, probablemente su esposa Catharina, con una balanza de orfebre. En ella mide el peso de algunas perlas, otras tantas están esparcidas en la mesa ante ella, junto a un cofrecillo, apreciándose también algunas monedas. La vista converge inevitablemente en la mano con la balanza, pues tanto el foco de luz como la mirada de la mujer forman sendas diagonales cuyo ángulo nos lleva al centro del lienzo: la mano con la balanza. La escena se desarrolla en un interior, una oscura habitación en la que sólo existe una referencia lumínica en la pared del fondo, junto a la cortina que cubre el ventanal, esparciéndose la débil luz por el reducido recinto, quedando toda la zona de la izquierda en penumbra, lo que nos impide distinguir con claridad los objetos de esta zona. Sólo las perlas que sobresalen del joyero llaman nuestra atención. El cuadro que adorna la pared de la habitación nos proporciona los datos para una primera interpretación, pues se trata de un lienzo con el Juicio Final. De este modo, el acto de pesar las perlas queda asociado con el peso de las almas para decidir si van al cielo o al infierno, como si de un san Miguel laico se tratara. Por otro lado, el hecho de que la mujer esté embarazada y esto encuentre su eco en el Juicio Final nos habla del equilibrio entre la vida y la muerte, al tiempo que nos hace reflexionar sobre la futilidad de los bienes materiales, como el oro y las joyas.

Siguiendo esta segunda interpretación, nos encontraríamos ante un cuadro del tipo "vanitas", que medita sobre la vanidad de la vida terrenal. Algunos autores han interpretado esta figura como una alegoría de la Verdad, figura representada en ocasiones por una mujer con balanza, una antorcha y un libro, con escenas del Juicio Final sobre ella. Otra interpretación sería la que alude a la mujer con la balanza como la Virgen, intercesora por los hombres ante Dios. Los especialistas se basan en que las perlas simbolizan a María, mientras que la representación del Juicio Final en el fondo apoya esta idea ya que los seres humanos serán salvados o condenados tras el peso de sus almas por parte de san Miguel, situándose la figura de la mujer en el lugar que debería ocupar el arcángel. Tampoco debemos renunciar a una interpretación doméstica ya que el hombre o la mujer que pesan oro era frecuente en la pintura holandesa de la época. En cualquier caso, la belleza y el intimismo del autor brillan aquí con serenidad, arropados por la deliciosa luz crepuscular que aparece en todas sus obras, así como con su típico color azul contrastando en este caso con el intenso blanco. La sensación atmosférica que envuelve la estancia parece diluir los contornos como observamos en el rostro o los brazos de la dama, recordando los trabajos de la escuela veneciana que tan admirados eran en Holanda por Rembrandt.

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