Lectora en azul

Datos principales


Autor

Jan,Johannes Vermeer

Fecha

1663-64 h.

Estilo

Barroco Centroeuropeo

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

46,5 x 39 cm.

Museo

Rijksmuseum

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El 20 de abril de 1653 Vermeer se casa con Catharina Bolnes en el pueblecito de Schipluy, en las cercanías de Delft. Catharina era católica, como su madre Maria Thins, disfrutando de una situación económica desahogada, por lo que en un primer momento Maria se opuso al enlace. La pareja tuvo quince hijos, cuatro de ellos fallecieron a temprana edad. Numerosos especialistas han considerado que la modelo que protagoniza esta composición está embarazada, por lo que se apunta a que sería Catharina quien posó para su esposo. Últimamente se apunta hacia otra hipótesis: la mujer vestiría un guardainfante, la moda en España desde el siglo XVII. El objetivo inicial de esta acampanada prenda era, como su nombre indica, ocultar los embarazos no deseados, pero acabó siendo utilizada por todas las mujeres de la nobleza y la burguesía. La composición está relacionada con la Mujer leyendo una carta junto a la ventana abierta ya que también aquí nos encontramos con una mujer de perfil leyendo una carta, dirigiéndose hacia la ventana para poder leer fácilmente. Bien es cierto que la ventana no está presente pero se deduce por el potente foco de luz que inunda la estancia, dejando la zona de la izquierda en penumbra, en sintonía con los trabajos de Caravaggio y los caravaggistas de Utrecht. El mobiliario de la reducida estancia se limita a dos sillas y una mesa, cubierta con un tapiz, sobre la que observamos una caja de perlas abierta y algunos libros.

Un mapa adorna la pared. Los diferentes elementos se ubican en planos paralelos al espectador, creando de esta manera el efecto de perspectiva. Los especialistas buscan en las obras de Vermeer algunas claves interpretativas; en este caso, el presunto embarazo de la mujer y la lectura de la carta se consideran muestras de escaso decoro ya que la mujer sólo "está al servicio del estado natural de la procreación de la especie y no admite ningún género de voluptuosas imaginaciones deshonestas". Los efectos atmosféricos y la aplicación del color de manera "puntillista", repartiendo de forma chispeante la luz por toda la superficie pictórica serán dos de las constantes de la producción del maestro de Delft que le convertirán en uno de los más admirados entre los pintores impresionistas.

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