Joven dormida

Datos principales


Autor

Jan,Johannes Vermeer

Fecha

1657 h.

Estilo

Barroco Centroeuropeo

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

87,6 x 76,5 cm.

Museo

Metropolitan Museum of Art

Contenidos relacionados


Buena parte de los expertos consideran que las escenas de género pintadas por los artistas del Barroco holandés guardan una clara intención moralizante, recurriendo a la pintura como un vehículo para mostrar los defectos de la sociedad. En esta línea se encuadraría la obra que contemplamos, en la que una dama elegantemente vestida, duerme apoyando su cabeza sobre su mano derecha y ésta en la mesa, cubierta con un rico mantel, mientras un pesado tapiz oriental cubre la zona de primer plano. En la mesa encontramos una jarra de vino, un frutero y una copa de cristal en la que aún se aprecian restos del caldo que la dama ha consumido. En el fondo observamos una puerta abierta que nos permite ver la estancia contigua, creando así un interesante efecto de profundidad. Sin embargo, la mujer está sola, recibiendo la potente luz procedente de la derecha, luz que provoca un sensacional efecto atmosférico. El gesto de la mujer ha sido interpretado como una alusión a la acedía, la negligencia, considerado desde la Edad Media como uno de los peores vicios, incluso un pecado mortal. A la acedía se llegaba a menudo como consecuencia de la embriaguez, razón por la que aparece el jarro y la copa de vino. Pero algunos elementos de la composición hacen pensar a los expertos que nos hallamos ante un asunto amoroso fuera del matrimonio, basándose en el cuadro que aparece sobre la cabeza de la dama. A pesar de la dificultad en reconocerlo, se piensa que se trataría de un angelito o un Cupido con una máscara, citado por el propio Vermeer.

A este cuadro debemos añadir el huevo envuelto en el paño, simbolizando que debemos evitar el desenfreno de la libido y la bandeja de frutas como símbolo de las frutas del mal. Si a estos elementos añadimos un refrán popular que indicaba "Si una mujer bebe vino en casa, ha de ser castigada como una adúltera", posiblemente estemos ante una alusión directa a la embriaguez de la mujer que puede desembocar en el adulterio. La composición está estructurada de manera acertada, al situar los diferentes elementos paralelamente al espectador. El empleo de un potente foco de luz y el contraste entre zonas de sombra y zonas iluminadas recuerda a Caravaggio, uno de los artistas más admirados en el Barroco Holandés, como podemos apreciar entre los caravaggistas de Utrecht, Pieter Lastman o el propio Rembrandt. A la hora de aplicar el color, Vermeer utiliza la característica técnica "pointillé" con la que reparte los chispeantes puntos de luz por toda la superficie del lienzo.

Compartir