Inmaculada Concepción
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La Inmaculada Concepción formaba pareja con San Juan Evangelista en Patmos , encargadas ambas imágenes posiblemente para la iglesia del Convento de los Carmelitas Calzados de Sevilla entre 1618 y 1622. Así se demuestra cómo la fama de Velázquez provoca el aumento considerable de sus encargos, tanto de tipo religioso como profano -la Vieja friendo huevos o El aguador de Sevilla -. Algunos especialistas consideran que se trata del retrato de la esposa del pintor, Juana Pacheco, otorgando de esta manera un mayor realismo a la composición. El tema de la Inmaculada es uno de los más habituales en el Barroco español , especialmente en la Escuela sevillana. Zurbarán , Murillo o Alonso Cano también trabajarán esta temática, cuyo esquema iconográfico había impuesto el suegro de Velázquez, Francisco Pacheco . Se representaría a María como una mujer joven, coronada de estrellas y vestida con túnica roja y manto azul. Sus manos se colocarían a la altura del pecho, mientras que su cabeza miraría al lado contrario, creando un interesante efecto de movimiento. María apoyaría sus pies sobre una media luna. Velázquez sigue este esquema impuesto por su suegro, destacando las nubes del fondo y el efecto de paisaje de la zona baja del lienzo, donde inserta los atributos de la Virgen. Alejándose de la sombría paleta habitual en estos años, María aparece vestida con una túnica rosada en la que se marcan los pliegues, posible influencia de la pintura flamenca o de las tallas policromadas españolas conocidas como imaginería. Al ser una imagen muy hispana parece que la influencia de Caravaggio se ha abandonado.