La estética y el arte
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Datos principales
Rango
Japón
Desarrollo
El ciclo natural de la vida recibe en Japón el nombre de Sabi; esta palabra se refiere al envejecimiento, a las secuelas dejadas por el quehacer del tiempo y que no sólo no debe ser desdeñada sino realzada. Por lo tanto, el concepto de belleza en el país del "Sol Naciente" tiene mucho que ver con el respeto a la senectud y el paso inexorable del tiempo. El concepto de Sabi provoca en el artista la necesidad de fundir en un todo la belleza y la armonía, ya sea en la cerámica, la arquitectura , etc. La finalidad es la de trasmitir a todo aquel que observa la obra serenidad, armonía y tranquilidad de espíritu, algo que no se encuentra en muchas de las obras de arte occidentales. Por encima del sentimiento personal, el artista japonés sitúa su obra al servicio de la comunidad, lo que ha derivado en definiciones del arte japonés como decorativo, debido a su carácter placentero. A partir del siglo XVI, la secta budista zen tuvo grandes repercusiones religiosas, artísticas y estéticas en el país. La mentalidad zen iguala las pequeñas cosas cotidianas con los grandes sucesos y, por lo tanto, hay que vivirlos todos con la misma intensidad y armonía. Su estética viene definida por siete características interrelacionadas entre sí, que forman un todo perfecto imposible de separar; éstas son: asimetría, simplicidad, elegante austeridad, naturalidad, profunda sutileza, libertad y tranquilidad. Uno de los mejores ejemplos de la estética zen son los jardines ; en ellos, el artista trata de captar el valor de la naturaleza globalmente y trasladarlo a un espacio limitado. En los jardines se aprecian dos formas muy japonesas de percibir la belleza: como una casualidad natural o como una forma perfeccionada por el hombre; ambas alternativas no tienen porqué excluirse mutuamente sino al contrario, ya que el cultivo simultáneo y la superposición de ambas es lo que caracteriza la estética tradicional japonesa. La búsqueda de una especie de unión místico-estética es el objetivo permanente en la percepción japonesa de la belleza.