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Datos principales


Rango

Arte Español Medieval

Desarrollo


La singularidad de la monarquía asturiana durante los siglos VIII y IX tiene una derivación artística que más que considerarse un estilo peculiar dentro de su época, ha de verse como el resultado preciso de unas iniciativas regias, que no tuvieron consolidación alguna y que enlazan sólo de forma accesoria con el arte visigodo anterior. El arte de la corte de Oviedo es plenamente personal, pero no por un aislamiento estricto respecto al resto de los países cristianos de su época, sino por la independencia y la libertad de los criterios con los que se sintetizaron determinadas ideas, y se pusieron al servicio de una forma peculiar de concebir la rehabilitación de la monarquía hispánica. Esta generación de un arte propio, en una cultura que pretendía ser la continuadora de la visigoda, se explica porque en ningún momento la recuperación de las tradiciones se considera una empresa de imitación arqueológica, sino una revitalización de los símbolos del pasado. El arte asturiano cuenta con los elementos visigodos que podían estar a su alcance, pero recurre con toda libertad a formas de origen latino, conservadas en la propia Italia o transmitidas por las cortes europeas, de las que hace su propia síntesis. Para hacer de Oviedo una nueva Toledo, que reprodujera todo el orden de los godos, según la expresión de las crónicas asturianas, se eligen formas arquitectónicas y temas ornamentales, que en gran parte habían sido olvidados o superados en época visigoda, y que corresponden a una adaptación peculiar de la arquitectura clásica. Este arte sólo era posible en una monarquía independiente, que actuaba como promotora exclusiva de edificios civiles y religiosos, pero no podía mantenerse en los siglos posteriores, en los que las iniciativas y las influencias son suficientes como para permitir la existencia de talleres y artífices independientes, y no meras asociaciones ocasionales para obras concretas.

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