Cripta de la Colonia Güell
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Datos principales
Fecha
1898-1917
Autor
Lugar
Localización
Santa Coloma de Cervelló, Barcelona
Localización
Desarrollo
La iglesia de la Colonia se comenzó a proyectar en 1898, pero su construcción no se inició hasta diez años después, en 1908.Únicamente se llegó a construir la Cripta, tras largos estudios y preparación del proyecto. La obra se interrumpió definitivamente en 1917, justo un año después de la muerte del propietario, Eusebi Güell. Fue declarada Patrimonio Histórico y Artístico en 1969. Dentro de la producción gaudiniana, la iglesia de la Colonia Güell (incluyendo la Cripta) es de importancia capital, puesto que los estudios realizados por el arquitecto catalán para su construcción marcaron la evolución arquitectónica del Maestro. Es un hito dentro de su producción tanto por su metodología de trabajo, como por su investigación dentro de las técnicas constructivas. Son especialmente famosas las fotografías de estudio de la obra: del techo pendía la maqueta estereoestàtica (polifonicular) realizada con ropa y cordeles, de los que colgaban saquitos llenos de perdigones, todos ellos de peso proporcional a las cargas que habría de soportar cada punto de los arcos. Se obtenía, pues, de forma invertida la estructura mecánica de la obra. Este método será el que, posteriormente, utilizó Antoni Gaudí para el estudio de las estructuras de las naves del templo la Sagrada Familia , en Barcelona. Este detallado y profundo análisis de las fuerzas se aplicaba a la construcción en piedra tradicional. Llegó a sus últimas consecuencias en el sistema de compresiones de la arquitectura gótica y se alejaba de los planteamientos de la arquitectura moderna.
Es muy característica del templo la forma combada de los muros, construidos con ladrillo y piedra basáltica negra. Los ventanales aparecen flanqueados por las representaciones simbólicas del Apocalipsis Alfa y Omega, coronadas por el Crismón, realizadas en mosaico. Entre los ventanales encontramos peces en mosaico negro y relieve, como símbolo evidente de la figura de Jesucristo. Para la elaboración de las rejas se utilizaron restos de la forja utilizada para la fábrica Güell. Se previó que se accediera al templo a través de un camino que permitía a quien se acercara a él, contemplarlo desde diferentes puntos de vista. Bajo la escalera, encontramos un pórtico bajo el nivel del suelo, con bancos, tal y como era costumbre en algunas iglesias rurales del románico catalán. Para la construcción de bóvedas, soportadas mediante pilares de ladrillo visto, o revestido por piedrecillas, se partió de paraboloides hiperbólicos. El sistema adoptado fue el de la denominada volta catalana. Trece cruces de Santa Eulalia (antigua patrona de la Ciudad Condal, que murió martirizada a los trece años de edad), que podemos contemplar en el techo del pórtico, nos indican de manera evidente un camino simbólico. Las virtudes cardinales, representadas en un relieve sobre la puerta, el monograma de María en el centro, y las iniciales "C" y "G" (Colonia Güell) completan la decoración de este interesante espacio. El interior de la cripta presenta una curiosa planta central ovalada.
El proyecto de la iglesia sobre la cripta hizo que Gaudí empleará bóvedas sino un techo plano. Para los nervios que sostienen las cargas Gaudí empleó diferentes tipos de ladrillo que dan ritmo a la construcción: pitxolí, maó recuit, pla, comú o de pedra basàltica. En el centro dispuso cuatro magníficos pilares con fustes y capiteles de basalto. Tras el altar, dedicado a la Sagrada Familia y diseñado por el joven colaborador Josep Maria Jujol , se encuentra una escalera que nos conduce a la sacristía y al coro. Según parece, Gaudí diseñó los respaldos de los bancos destinados a los feligreses con una inclinación determinada destinada a mejorar su concentración en el oficio divino al cual asistían. También tendríamos que destacar el extraordinario trabajo de forja de la peana que sostiene la concha de la pila de agua bendita.
Es muy característica del templo la forma combada de los muros, construidos con ladrillo y piedra basáltica negra. Los ventanales aparecen flanqueados por las representaciones simbólicas del Apocalipsis Alfa y Omega, coronadas por el Crismón, realizadas en mosaico. Entre los ventanales encontramos peces en mosaico negro y relieve, como símbolo evidente de la figura de Jesucristo. Para la elaboración de las rejas se utilizaron restos de la forja utilizada para la fábrica Güell. Se previó que se accediera al templo a través de un camino que permitía a quien se acercara a él, contemplarlo desde diferentes puntos de vista. Bajo la escalera, encontramos un pórtico bajo el nivel del suelo, con bancos, tal y como era costumbre en algunas iglesias rurales del románico catalán. Para la construcción de bóvedas, soportadas mediante pilares de ladrillo visto, o revestido por piedrecillas, se partió de paraboloides hiperbólicos. El sistema adoptado fue el de la denominada volta catalana. Trece cruces de Santa Eulalia (antigua patrona de la Ciudad Condal, que murió martirizada a los trece años de edad), que podemos contemplar en el techo del pórtico, nos indican de manera evidente un camino simbólico. Las virtudes cardinales, representadas en un relieve sobre la puerta, el monograma de María en el centro, y las iniciales "C" y "G" (Colonia Güell) completan la decoración de este interesante espacio. El interior de la cripta presenta una curiosa planta central ovalada.
El proyecto de la iglesia sobre la cripta hizo que Gaudí empleará bóvedas sino un techo plano. Para los nervios que sostienen las cargas Gaudí empleó diferentes tipos de ladrillo que dan ritmo a la construcción: pitxolí, maó recuit, pla, comú o de pedra basàltica. En el centro dispuso cuatro magníficos pilares con fustes y capiteles de basalto. Tras el altar, dedicado a la Sagrada Familia y diseñado por el joven colaborador Josep Maria Jujol , se encuentra una escalera que nos conduce a la sacristía y al coro. Según parece, Gaudí diseñó los respaldos de los bancos destinados a los feligreses con una inclinación determinada destinada a mejorar su concentración en el oficio divino al cual asistían. También tendríamos que destacar el extraordinario trabajo de forja de la peana que sostiene la concha de la pila de agua bendita.