Rabat
Localización
Desarrollo
Capital de Marruecos y de la provincia y prefecturas homónimas. Se yergue sobre el sitio de una fortaleza del siglo X, junto a la costa atlántica y en la orilla izquierda del río Bou-Regreg. La antigua ciudad corsaria de Salé, que se extiende sobre la orilla opuesta del río, no forma parte de la prefectura de Rabat pero constituye con ella una sola aglomeración urbana. Actualmente, vive del comercio y de ser punto de confluencia de carreteras y ferrocarriles del interior y de la costa. La ciudad de Rabat fue ya mencionada en el s. X por el geógrafo Ibn Hauqal como monasterio y ciudadela. Sin embargo, las últimas excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en la zona revelan vestigios fenicios, cartagineses y romanos. Estos últimos fundarán la pequeña colonia de Salé. A principios del siglo XII, Salé estaba gobernada por el sultán Abdelmoumen, de la dinastía almohade y, desde allí, vigilaba las obras de construcción de la ciudad de El Mehedia, futura Rabat. A Al Mansour se le atribuye la fundación de la villa de Rabat en el siglo XII que, en sus orígenes, era sólo una fortaleza que servía como punto de concentración de los soldados. La ciudad estaba cerrada por cuatro puertas. Con el acceso al poder de la dinastía de los mariníes, Rabat y Salé fueron prácticamente destruidas. Desde entonces y hasta 1913 ha permanecido pequeña e ignorada, año en que los franceses la convirtieron en la capital de Marruecos, en lugar de Fez .
Fuera de los muros está Challa (1310-1339), el sitio de una antigua ciudad romana, la cual fue transformada en cementerio por los príncipes mariníes, en el s. XIV. Una antigua mezquita en ruinas se encuentra sobre las tumbas. La ciudad antigua está rodeada por almenas del siglo XII, donde se aglomeran los souks o bazares, que ofrecen gran variedad de artesanías. También cuenta con la mezquita inacabada de Hassán (1195) mandada construir por Al Mansour y hermana de la Giralda de Sevilla y la Koutoubia de Marraquech . Destaca, principalmente, por la impresionante hilera de pilares de piedra. El alminar es de planta cuadrada, también sin acabar, y la fachada cuenta con decoración polilobulada. La Kasbah de los Udaia es la ciudadela que da sobre el río y que mira hacia el antiguo pueblo de Salé. Precisamente aquí, la dinastía de los mariníes, y en concreto Abú Hassán, hizo construir una madrasa (1341) ante las puertas de Rabat. Se distingue por su fina ornamentación, recordando vivamente al arte nazarí. La Kasbah contaba también con un palacio, una mezquita y una casa para los soldados. Cabe destacar, por último, el Mausoleo (1961-1999) del rey Muhamad V que el rey Hassán II hizo construir para su padre, muy cerca de la inacabada mezquita de Hassán. La construcción, casi cúbica, está coronada por el tejado de cuatro vertientes decorado con azulejos azules.
Fuera de los muros está Challa (1310-1339), el sitio de una antigua ciudad romana, la cual fue transformada en cementerio por los príncipes mariníes, en el s. XIV. Una antigua mezquita en ruinas se encuentra sobre las tumbas. La ciudad antigua está rodeada por almenas del siglo XII, donde se aglomeran los souks o bazares, que ofrecen gran variedad de artesanías. También cuenta con la mezquita inacabada de Hassán (1195) mandada construir por Al Mansour y hermana de la Giralda de Sevilla y la Koutoubia de Marraquech . Destaca, principalmente, por la impresionante hilera de pilares de piedra. El alminar es de planta cuadrada, también sin acabar, y la fachada cuenta con decoración polilobulada. La Kasbah de los Udaia es la ciudadela que da sobre el río y que mira hacia el antiguo pueblo de Salé. Precisamente aquí, la dinastía de los mariníes, y en concreto Abú Hassán, hizo construir una madrasa (1341) ante las puertas de Rabat. Se distingue por su fina ornamentación, recordando vivamente al arte nazarí. La Kasbah contaba también con un palacio, una mezquita y una casa para los soldados. Cabe destacar, por último, el Mausoleo (1961-1999) del rey Muhamad V que el rey Hassán II hizo construir para su padre, muy cerca de la inacabada mezquita de Hassán. La construcción, casi cúbica, está coronada por el tejado de cuatro vertientes decorado con azulejos azules.