Nazca
Localización
Desarrollo
Se trata de uno de los yacimientos sudamericanos más fascinantes. Se extiende más de 500 kilómetros cuadrados por la costa sur de Perú, especialmente, entre la actual provincia de Chinca en los valles de los ríos Pisco, Ica, Nazca, Acarí y Chinca, y se trata de un área con un clima de extrema sequedad, donde únicamente las bandas fluviales posibilitan cierta actividad agrícola. Cronológicamente coinciden con la cultura mochica del norte, pues se desarrolló entre el 200 a.C. - 600 d.C. La cultura nazca se suele dividir en tres periodos, tomando como referencia la cerámica: proto-Nazca (200 a.C.), Nazca temprano (100 a.C. - 200 d.C.) y Nazca tardío (300 - 600). Sin duda, lo más famoso y lo que más llama la atención de esta cultura son las líneas en el desierto. Se trata de geoglifos gigantescos hechos a base de remover la grava de la superficie oscura para descubrir el estrato inferior, de un colorido luminoso, realizados en la pampa de Ingenio, entre los valles de Nazca y Palpa, siendo visibles en su totalidad solamente desde el aire. Lo asombroso de las líneas es la perfección con que están diseñadas, casi como si se hubiera utilizado una regla. Reproducen todo tipo de diseños, desde líneas en zig-zag, motivos geométricos y, los más impresionantes, zoomorfos. Dentro de esta última categoría entran el diseño del colibrí, símbolo de la combatividad, asociado al sol, y, quizás, el diseño más misterioso de todos, el mono; llama la atención porqué en esta zona no los había, pese a lo cual constituyen un importante motivo en la iconografía costera.
Las marcas en el suelo se prolongan sobre planos desiguales en el desierto, cerca de las tierras de regadío, aunque no dentro de las mismas. Algunas veces las líneas convergen en un mismo punto, pudiéndose tratar de un lugar con connotaciones religiosas especiales (ofrendas sagradas a los dioses). Actualmente, la teoría más aceptada es que las líneas serían un tributo a los dioses precolombinos, tanto del cielo como de la montaña, ya que éstos controlaban el precioso don del agua y de la fertilidad. Sin embargo, otras muchas teorías han salido a la luz acerca de Nazca, por ejemplo, el carácter astronómico que podrían haber tenido o las líneas como senderos rituales. Los más osados ven en ellas signos de la presencia extraterrestre en la Tierra. La máxima experta en la materia es la alemana María Reiche, quién ha dedicado toda su vida a su estudio y limpieza, que considera unidas a signos zodiacales, una especie de calendario solar hecho para los dioses. Pero la cultura nazca no empieza y termina en las líneas, también la cerámica juega un papel trascendental. Se caracteriza por la escasez de formas y por la brillantez de su decoración. Los temas principales representados son de tres tipos: naturalista, especialmente, de tipo vegetal y animal (pájaros, zorros, gatos, roedores, arañas, caracoles); religiosos, con diseños geométricos, como el ser mítico antropomorfo (mitad humano y felino); geométricos, con bandas, círculos y líneas. El arte nazca se caracteriza por ser más simbólico que representativo. Desde el punto de vista social, el desierto obligó a la población a concentrarse en los valles donde había agua, teniendo que ingeniárselas para que la producción agrícola fuese lo más alta posible; para ello, utilizó una serie de nuevas técnicas, como el uso del guano como abono y la construcción de obras hidráulicas (canales, acueductos) para una mejor distribución y aprovechamiento del agua. La dieta se completaba con la pesca y la caza de los pocos animales que viven en el desierto.
Las marcas en el suelo se prolongan sobre planos desiguales en el desierto, cerca de las tierras de regadío, aunque no dentro de las mismas. Algunas veces las líneas convergen en un mismo punto, pudiéndose tratar de un lugar con connotaciones religiosas especiales (ofrendas sagradas a los dioses). Actualmente, la teoría más aceptada es que las líneas serían un tributo a los dioses precolombinos, tanto del cielo como de la montaña, ya que éstos controlaban el precioso don del agua y de la fertilidad. Sin embargo, otras muchas teorías han salido a la luz acerca de Nazca, por ejemplo, el carácter astronómico que podrían haber tenido o las líneas como senderos rituales. Los más osados ven en ellas signos de la presencia extraterrestre en la Tierra. La máxima experta en la materia es la alemana María Reiche, quién ha dedicado toda su vida a su estudio y limpieza, que considera unidas a signos zodiacales, una especie de calendario solar hecho para los dioses. Pero la cultura nazca no empieza y termina en las líneas, también la cerámica juega un papel trascendental. Se caracteriza por la escasez de formas y por la brillantez de su decoración. Los temas principales representados son de tres tipos: naturalista, especialmente, de tipo vegetal y animal (pájaros, zorros, gatos, roedores, arañas, caracoles); religiosos, con diseños geométricos, como el ser mítico antropomorfo (mitad humano y felino); geométricos, con bandas, círculos y líneas. El arte nazca se caracteriza por ser más simbólico que representativo. Desde el punto de vista social, el desierto obligó a la población a concentrarse en los valles donde había agua, teniendo que ingeniárselas para que la producción agrícola fuese lo más alta posible; para ello, utilizó una serie de nuevas técnicas, como el uso del guano como abono y la construcción de obras hidráulicas (canales, acueductos) para una mejor distribución y aprovechamiento del agua. La dieta se completaba con la pesca y la caza de los pocos animales que viven en el desierto.