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Desarrollo


A partir de los Homo erectus, la diversidad y la variabilidad aumenta, lo que ha causado numerosos problemas de clasificación dentro de los Homo sapiens. Así nos encontramos con fósiles cuyas denominaciones han oscilado entre Homo sapiens arcaicos, presapiens, Homo erectus, anteneandertales y preneandertales. Si muchos de los fósiles africanos, se han asociado dependiendo de los restos a presapiens, para muchos restos europeos A. de Lumley ha propuesto el término anteneandertales, recogiendo una constelación de los mismos vinculada a los rasgos que recuerdan al Homo erectus. Estos problemas aumentan con las diferentes circunstancias de los hallazgos, especialmente los más antiguos, que ofrecen muchas dificultades a la hora de establecer una cronología y las características del contexto. En resumen, por áreas geográficas a fin de no recargar el texto definiendo cada espécimen, podemos decir que, en general, estos restos superan los 1.000 centímetros cúbicos de capacidad endocraneal. Su cronología oscila, probablemente, entre los 500.000 y 200.000 años, aunque algunos pueden ser más antiguos, y presentan una gran mezcla de atributos diferentes, incluso dentro de las mismas regiones. Quizá su caracterización radica en la enorme diversidad que presentan, a lo que se suma un probable dimorfismo sexual, por lo que sólo comentaremos algunos de los especímenes. En Africa, los restos que presentan mayor tendencia hacia los rasgos del Homo sapiens, lo constituyen los hallazgos de Elandsfontein (Africa del Sur), Broken Hill (Zambia) y Kébibat y Salé en Marruecos.

Con tendencia mixta entre Homo erectus y Homo sapiens tenemos los de Cave of Hearths (Africa del Sur), el lago Ndutu (Eyasi, Tanzania) y Kapthurin (Kenia). Los restos de Bodo, que proceden de Melka Kunturé (Etiopía), según muchos paleoantropólogos deben ser incluidos dentro del Homo erectus, para otros a pesar de sus rasgos muy arcaicos, tiene algunos muy evolucionados que los sitúan entre ambos. El problema de Bodo es que se trata de un hallazgo ocasional, con una cronología incierta. En Asia los restos de Dali, Xuujiayao (norte de China), Yinkou (noreste de China) y Maba (sur de China) y Narmada (centro-norte de la India) muestran los rasgos más cercanos al Homo sapiens, mientras que Ngandong (río Solo, Java), casi todos los autores lo engloban entre los Homo sapiens arcaicos, si bien otros prefieren considerarlos Homo erectus. En Europa, el panorama es distinto. Durante mucho tiempo los defensores de una evolución continua hacia el Homo sapiens sapiens, creyeron ver rasgos en algunos especímenes que podían acercarse más a esta subespecie y que denominaron presapiens, diferenciándolos de los que presentaban características más en la línea de los neandertales, y que denominaron preneandertales. Las revisiones actuales han llevado a considerar todos los restos antiguos dentro de la categoría de sapiens arcaicos mucho más cerca de la evolución hacia el neandertal, por lo que en la actualidad predomina la descripción de anteneandertales, propuesta, como ya dijimos, por A.

de Lumley. Los anteneandertales son un fenómeno europeo y se distinguen por tener caracteres arcaicos, que el neandertal habrá olvidado, de especies más antiguas y otras comunes con la especie Homo sapienes sapiens, como es el que la anchura máxima del cráneo esté a nivel del parietal. El estado de conservación es muy fragmentario en estos individuos anteriores a la glaciación würmiense por lo que resultaría de excepcional valor el hallazgo de un cráneo completo. Los caracteres derivados (que representan el fósil director) puede aparecer indistintamente y al mismo tiempo dada la evolución en mosaico, por lo que se considera que el neandertal posterior es el resultado de una evolución incierta divergente con el Homo sapiens sapiens, aunque tienen un origen común, por lo que es difícil situarse para la interpretación de los fósiles, ya que cuando son antiguos, ¿están en la línea del neandertal, o en la del hombre sapiens moderno?, o ¿hay que situarlos antes de la separación divergente? Todos los fósiles son europeos y muy difíciles de datar en su mayoría, o muy imprecisos. Entre los especímenes destaca La Caune de l'Arago (Tautavel, Francia), con cerca de 50 restos, de los cuales el más conocido es que presenta una porción de cráneo con la cara. La cronología ha suscitado muchas discusiones, aunque la mayoría de los prehistoriadores admiten una antigüedad entre los 300/400.000 años. Primero fue clasificado como Homo erectus, por sus muchos caracteres arcaicos, pero el predominio de un carácter neandertal en la región infraorbital ha llevado a considerarlo como un anteneandertal.

Para algunos autores se encuentra ya una vez pasado el punto de divergencia entre neandertal y sapiens, ya en la línea que deriva hacia los neandertales. Otros restos de l'Arago, como las mandíbulas, tienen rasgos arcaizantes que podrían muy bien pertenecer al erectus, pero la aparición del cráneo mantiene la tendencia a clasificarlos como anteneandertales. La mandíbula de Mauer es un resto aislado, mal datado, que parece situarse en algo más de 400.000 años. Un resto descubierto accidentalmente, y cuya datación, también discutida, se encuentra entre los 700/200.000 años, es el cráneo de Petralona (Grecia), que presenta rasgos neandertales como en la cara y otros más arcaizantes como es mantener la anchura máxima del cráneo en el occipital, rasgo típico del erectus. Vertesszöllos (Hungría), yacimiento al aire libre, en las orillas del Danubio, presenta un occipital asociado a industrias líticas y cuya datación oscila alrededor de 300.000 años. Retiene características arcaizantes, pero presenta una capacidad endocraneana de 1.470 centímetros cúbicos, claramente sapiens. Otros yacimientos como Steinheim, Bilzingsleben (Alemania), Swanscombe y Pontnewydd (Reino Unido), Fontechevade, La Chaise, la Biache-Saint Vaast, Montmaurin, Le Lazaret (Francia) y Atapuerca (España) presentan también rasgos hacia los neandertales. El complejo kárstico de Atapuerca, Burgos, viene ofreciendo desde hace años en una sima de Cueva Mayor una cantidad de restos humanos considerable, más de cien, entre dientes aislados, mandíbulas, fragmentos de cráneo y restos postcraneales.

Como en los casos anteriores presentan rasgos arcaicos, unidos a otros en la línea del neandertal. Las dataciones obtenidas oscilan entre 350/200.000 años, y los restos se encuentran asociados a fauna del Pleistoceno Medio. Así en el desarrollo de los neandertales clásicos se observan tres períodos consecutivos: En el primero, situado en una cronología entre 350/200.000 años, aparecen los caracteres neandertales independientes, aunque lo más frecuente es que se den dentro de una estructura craneal arcaica, cuya morfología general no es neandertal. En el segundo período, que oscila entre 200 a 100.000 años, los caracteres aún no están claramente definidos, pero la arquitectura general de los neandertales se va observando en la morfología, por ejemplo, en La-Biache-Saint-Vaast, con una cronología alrededor de 220.000 años. Por último, y a partir del 100.000, aproximadamente, se encuentran ya los neandertales clásicos.

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