Reformas post-luteranas
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Datos principales
Rango
Renacimiento
Desarrollo
La teología y el pensamiento de Lutero triunfantes en Alemania fueron el fermento de reformas posteriores en otras regiones de Europa. Todas hicieron suya la teoría de la justificación por la fe, el recurso a la Sagrada Escritura como norma y como única fuente de revelación y de autoridad y, por último, la ruptura con el Papado. Sin embargo, las corrientes postluteranas llegaron a corregir, a matizar y, en ocasiones, a modificar las ideas originales. Precisamente, un modelo de reforma más humanista y más radical que la de Lutero fue la que se desarrolló en los cantones suizos, en Alsacia y en Ginebra. Uldrych Zwinglio (1484-1531), coetáneo de Lutero, hizo la reforma en el cantón de Zurich. Estudió latinidad en la escuela del humanista Wölffin y completó su formación en Viena y Basilea. Ordenado sacerdote muy joven, fue párroco de Glaris y de Einsideln. En 1518 es llamado a Zurich como deán y predicador principal de su colegiata. Ya por entonces, y gracias, al conocimiento de la obra de Erasmo , se siente atraído por la idea propagada por aquél de la necesidad de una Iglesia evangélica, primitiva, despojada de ritos y de mediaciones. A partir de 1521 comienza su ruptura con Roma. Primero, defendiendo la trasgresión de la abstinencia cuaresmal y atacando el celibato sacerdotal. Su matrimonio y la negativa de su obispo a aceptar la libertad de matrimonio de los sacerdotes le condujeron a afirmar que la Sagrada Escritura era la única referencia de la fe y de las normas de comportamiento.
El Consejo de la ciudad le apoyó adoptando sus tesis y propuestas reformistas: supresión de procesiones y de sacramentos, que no eran más que meros símbolos. Supresión de la misa y de los cánticos de la liturgia, eliminación de las imágenes y secularización de los conventos. Las innovaciones religiosas y eclesiales triunfaron a partir de 1526 en los cantones de Zurich, Berna, Constanza, Saint-Gall y Basilea, lo que divide a Suiza en dos bloques antagónicos. En 1531 la confrontación militar en Kappel dio el triunfo a los cantones que permanecían fieles al catolicismo. Zwinglio moriría como un soldado más en el campo de batalla, pero la Reforma no se detuvo, aunque tampoco se completó como él deseaba. Al margen de los grandes reformadores aparecieron bajo la denominación de anabaptistas ciertas tendencias y movimientos espirituales de características muy dispares, pero todos declarados heterodoxos por católicos y protestantes, lo cual era lógico pues el anabaptismo negaba cualquier forma de Iglesia, de Estado e incluso de sociedad civil. Sus raíces hay que buscarlas en el iluminismo medieval. Sobre la base teórica de que el Espíritu Santo lo inspira todo, los anabaptistas se sentían elegidos y poseídos por Él. Esta elección tenía que ser proclamada en el rito simbólico del bautismo adulto, confirmador de la elección de los justos y predestinados. Al margen de ello, el anabaptismo constituyó una forma de vida basada en un igualitarismo y un anarquismo de carácter místico y mesiánico que implicaba un aborrecimiento de los poderes mundanos, un pacifismo enemigo del uso de las armas y un rechazo de todo deber ciudadano y cualquier obediencia fiscal o política a las autoridades.
Aunque de raíz suiza, geográficamente hubo muchos y muy dispersos grupos de hermanos anabaptistas: en Estrasburgo, Tirol, Suabia, Baviera, Augsburgo, Bohemia y Moravia. Unos eran pacifistas convictos y su proyecto se basaba en una transformación personal. Otros, los del Tirol o hutteritas, intentaban materializar sus ideas basadas en el amor y en la caridad apoyando la abolición de la propiedad privada. Algunos más radicales eran milenaristas apocalípticos y esperaban un fin del mundo próximo que traería un mundo nuevo, el de la Jerusalén celeste en la Tierra. Tales eran los sueños del peletero Melchor Hoffmann que, haciéndose pasar por el profeta Elías, recorrió Alemania y los Países Bajos con sus seguidores anunciando la vuelta de Cristo para el año 1533. Detenido en Estrasburgo, fue apresado, muriendo en la cárcel diez años más tarde. Sus discípulos se trasladaron a los Países Bajos bajo la dirección de Haarlem Jean Mathijs y de Juan de Leyden, que predicaban la violencia o la fuerza como medio para imponer el reino de Dios. Tal ensayo se llevó a cabo en la ciudad santa de Münster entre 1534 y 1535. Controlada la ciudad, durante ese tiempo y en una atmósfera mística se instauró un régimen comunista riguroso: todas las propiedades se colectivizaron y se prohibió la tenencia privada de monedas y de víveres. Muerto Mathijs en el cerco que sufría la ciudad, le sustituyó en su gobierno Leyden, que se autoerigió en portavoz de Dios y en rey en espera de la presencia inmediata del Mesías y extendió el comunismo hasta el extremo de decretar la poligamia. En junio de 1536 la ciudad cayó y Leyden y sus hermanos anabaptistas fueron ejecutados, con lo cual desapareció casi por completo el anabaptismo radical y fanático.
El Consejo de la ciudad le apoyó adoptando sus tesis y propuestas reformistas: supresión de procesiones y de sacramentos, que no eran más que meros símbolos. Supresión de la misa y de los cánticos de la liturgia, eliminación de las imágenes y secularización de los conventos. Las innovaciones religiosas y eclesiales triunfaron a partir de 1526 en los cantones de Zurich, Berna, Constanza, Saint-Gall y Basilea, lo que divide a Suiza en dos bloques antagónicos. En 1531 la confrontación militar en Kappel dio el triunfo a los cantones que permanecían fieles al catolicismo. Zwinglio moriría como un soldado más en el campo de batalla, pero la Reforma no se detuvo, aunque tampoco se completó como él deseaba. Al margen de los grandes reformadores aparecieron bajo la denominación de anabaptistas ciertas tendencias y movimientos espirituales de características muy dispares, pero todos declarados heterodoxos por católicos y protestantes, lo cual era lógico pues el anabaptismo negaba cualquier forma de Iglesia, de Estado e incluso de sociedad civil. Sus raíces hay que buscarlas en el iluminismo medieval. Sobre la base teórica de que el Espíritu Santo lo inspira todo, los anabaptistas se sentían elegidos y poseídos por Él. Esta elección tenía que ser proclamada en el rito simbólico del bautismo adulto, confirmador de la elección de los justos y predestinados. Al margen de ello, el anabaptismo constituyó una forma de vida basada en un igualitarismo y un anarquismo de carácter místico y mesiánico que implicaba un aborrecimiento de los poderes mundanos, un pacifismo enemigo del uso de las armas y un rechazo de todo deber ciudadano y cualquier obediencia fiscal o política a las autoridades.
Aunque de raíz suiza, geográficamente hubo muchos y muy dispersos grupos de hermanos anabaptistas: en Estrasburgo, Tirol, Suabia, Baviera, Augsburgo, Bohemia y Moravia. Unos eran pacifistas convictos y su proyecto se basaba en una transformación personal. Otros, los del Tirol o hutteritas, intentaban materializar sus ideas basadas en el amor y en la caridad apoyando la abolición de la propiedad privada. Algunos más radicales eran milenaristas apocalípticos y esperaban un fin del mundo próximo que traería un mundo nuevo, el de la Jerusalén celeste en la Tierra. Tales eran los sueños del peletero Melchor Hoffmann que, haciéndose pasar por el profeta Elías, recorrió Alemania y los Países Bajos con sus seguidores anunciando la vuelta de Cristo para el año 1533. Detenido en Estrasburgo, fue apresado, muriendo en la cárcel diez años más tarde. Sus discípulos se trasladaron a los Países Bajos bajo la dirección de Haarlem Jean Mathijs y de Juan de Leyden, que predicaban la violencia o la fuerza como medio para imponer el reino de Dios. Tal ensayo se llevó a cabo en la ciudad santa de Münster entre 1534 y 1535. Controlada la ciudad, durante ese tiempo y en una atmósfera mística se instauró un régimen comunista riguroso: todas las propiedades se colectivizaron y se prohibió la tenencia privada de monedas y de víveres. Muerto Mathijs en el cerco que sufría la ciudad, le sustituyó en su gobierno Leyden, que se autoerigió en portavoz de Dios y en rey en espera de la presencia inmediata del Mesías y extendió el comunismo hasta el extremo de decretar la poligamia. En junio de 1536 la ciudad cayó y Leyden y sus hermanos anabaptistas fueron ejecutados, con lo cual desapareció casi por completo el anabaptismo radical y fanático.