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Datos principales
Rango
América borbónica
Desarrollo
Inglaterra poseía, finalmente, un buen conjunto de colonias en el Caribe, que había ido ampliando desde sus primeros asentamientos en Saint Kitts, Barbados y Jamaica. A las Nevis, Montserrat y Antigua fueron añadiendo todas las islas francesas conquistadas durante la guerra de los Siete Años . Al sobrevenir la paz devolvieron su mayor parte, pero se quedaron con algunas como Tobago, Granada, San Vicente y Dominica. Durante los años posteriores sus islas, al igual que las francesas, cambiaron de manos a menudo, excepto Jamaica, que fue siempre inglesa. En 1797 conquistaron Trinidad, que les permitió colocar una importante base de contrabando frente a la costa venezolana de la Guayana. Los ingleses contaban con establecimientos en Honduras y la Mosquitia, donde los gobernadores jamaicanos intentaron ofrecer alicientes a los cortadores de palos tintóreos. Las islas inglesas cultivaron a principios del siglo XVIII añil, algodón, tabaco, jengibre y cacao, pero pronto se impuso en ellas la caña azucarera. Desde mediados de la centuria era verdaderas islas azucareras. Importaron grandes cantidades de esclavos, levantaron ingenios y organizaron una estructura comercial que rivalizaba, aunque con cierta desventaja, con la de las colonias francesas. La competencia y el agotamiento de los suelos provocaron entonces algunos períodos de depresión, que se resolvieron con normas metropolitanas para favorecer sus mercados (tasas sobre el ron y la melaza franceses) y con la emigración a algunas zonas continentales.
En 1766, se declararon libres cuatro puertos jamaicanos y dos de Dominica. Con todo, Jamaica fue la mejor librada de todas las islas azucareras, gracias a la diversificación de cultivos (caña, algodón, cacao, pimientas, etc.) y al negocio negrero que tenía instalado en ella la South Sea Company. En 1770, exportaba la mitad del azúcar que producían las colonias inglesas: más de 36.000 toneladas. Tras la independencia de las Trece Colonias vino una mala racha. La metrópoli presionó con los impuestos, subió el precio de los esclavos y el del azúcar se mantuvo muy bajo. Durante los veinte años transcurridos entre 1763 y 1783, españoles y franceses desestabilizaron el caribe británico. Cuando las islas pudieron comenzar a recobrarse, gracias al nuevo dominio inglés en el Caribe, sobrevinieron las guerras napoleónicas, que bloquearon muchos puertos europeos al comercio azucarero. La destrucción de los cañaverales de Saint-Domingue fue una circunstancia favorable para dichas islas. Los ingleses volvieron a conquistar Tobago, Martinica, Guadalupe y Santa Lucía en 1793 y 1794.
En 1766, se declararon libres cuatro puertos jamaicanos y dos de Dominica. Con todo, Jamaica fue la mejor librada de todas las islas azucareras, gracias a la diversificación de cultivos (caña, algodón, cacao, pimientas, etc.) y al negocio negrero que tenía instalado en ella la South Sea Company. En 1770, exportaba la mitad del azúcar que producían las colonias inglesas: más de 36.000 toneladas. Tras la independencia de las Trece Colonias vino una mala racha. La metrópoli presionó con los impuestos, subió el precio de los esclavos y el del azúcar se mantuvo muy bajo. Durante los veinte años transcurridos entre 1763 y 1783, españoles y franceses desestabilizaron el caribe británico. Cuando las islas pudieron comenzar a recobrarse, gracias al nuevo dominio inglés en el Caribe, sobrevinieron las guerras napoleónicas, que bloquearon muchos puertos europeos al comercio azucarero. La destrucción de los cañaverales de Saint-Domingue fue una circunstancia favorable para dichas islas. Los ingleses volvieron a conquistar Tobago, Martinica, Guadalupe y Santa Lucía en 1793 y 1794.