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Desarrollo


CAPÍTULO XIX Del origen de los Ingas, señores del Pirú, y de sus conquistas y victorias Por mandado de la Majestad Católica del rey D. Felipe, nuestro señor, se hizo averiguación con la diligencia que fue posible, del origen y ritos, y fueros de los ingas, y por no tener aquellos indios escrituras, no se pudo apurar tanto como se deseara. Mas por sus quipos y registros, que como está dicho les sirven de libros, se averiguó lo que aquí diré. Primeramente en el tiempo antiguo, en el Pirú, no había reino ni señor a quien todos obedeciesen; mas eran behetrías y comunidades, como lo es hoy día el reino de Chile, y ha sido cuasi todo lo que han conquistado españoles en aquellas Indias Occidentales, excepto el reino de México, para lo cual es de saber que se han hallado tres géneros de gobierno y vida en los indios. El primero y principal, y mejor, ha sido de reino o monarquía, como fue el de los Ingas, y el de Motezuma, aunque éstos eran en mucha parte, tiránicos. El segundo es de behetrías o comunidades, donde se gobiernan por consejo de muchos, y son como consejos. Éstos, en tiempo de guerra, eligen un capitán, a quien toda una nación o provincia obedece. En tiempo de paz, cada pueblo o congregación se rige por sí, y tiene algunos principalejos a quienes respeta el vulgo; y cuando mucho, júntanse algunos de éstos en negocios que les parecen de importancia, a ver lo que les conviene. El tercer género de gobierno es totalmente bárbaro, y son indios sin ley, ni rey, ni asiento, sino que andan a manadas como fieras y salvajes.

Cuanto yo he podido comprender, los primeros moradores de estas Indias, fueron de este género, como lo son hoy día gran parte de los brasiles, y los chiriguanas y chunchos, e yscaycingas y pilcozones, y la mayor parte de los floridos, y en la Nueva España todos los chichimecos. De este género, por industria y saber de algunos principales de ellos, se hizo el otro gobierno de comunidades y behetrías, donde hay alguna más orden y asiento, como son hoy día los de Arauco y Tucapel en Chile, y lo eran en el Nuevo Reino de Granada, los moscas, y en la Nueva España algunos otomites, y en todos los tales se halla menos fiereza y más razón. De este género, por la valentía y saber de algunos excelentes hombres, resultó el otro gobierno más poderoso y próvido de reino y monarquía que hallamos en México y en el Pirú. Porque los ingas, sujetaron toda aquella tierra, y pusieron sus leyes y gobierno. El tiempo que se halla por sus memorias haber gobernado, no llega a cuatrocientos años, y pasa de trescientos, aunque su señorío por gran tiempo no se extendió más de cinco o seis leguas alderredor del Cuzco. Su principio y origen fue del valle del Cuzco, y poco a poco fueron conquistando la tierra que llamamos Pirú, pasado Quito hasta el río de Pasto, hacia el Norte, y llegaron a Chile hacia el Sur, que serán cuasi mil leguas en largo. Por lo ancho hasta la mar del Sur, al Poniente, y hasta los grandes campos de la otra parte de la cordillera de los Andes, donde se ve hoy día y se nombra el Pucará del Inga, que es una fuerza que edificó para defensa hacia el Oriente.

No pasaron de allí los ingas, por la inmensidad de aguas, de pantanos, y lagunas y ríos que de allí corren. Lo ancho de su reino no llegará a cien leguas. Hicieron estos ingas, ventaja a todas las otras naciones de la América, en policía y gobierno, y mucho más en armas y valentía; aunque los cañaris, que fueron sus mortales enemigos y favorecieron a los españoles, jamás quisieron conocerles ventaja, y hoy día, moviéndose esta plática, si les soplan un poco, se matarán millares sobre quien es más valiente, como ha acaecido en el Cuzco. El título con que conquistaron y se hicieron señores de toda aquella tierra, fue fingir que después del Diluvio Universal, de que todos estos indios tenían noticia, en estos ingas que se había recuperado el mundo, saliendo siete de ellos de la cueva de Pacaritambo, y que por eso les debían tributo y vasallaje todos los demás hombres, como a sus progenitores. Demás de esto, decían y afirmaban que ellos solos tenían la verdadera religión, y sabían cómo había de ser Dios servido y honrado, y así habían de enseñar a todos los demás; en esto es cosa infinita el fundamento que hacían de sus ritos y ceremonias. Había en el Cuzco más de cuatrocientos adoratorios, como tierra santa, y todos los lugares estaban llenos de misterios. Y como iban conquistando, así iban introduciendo sus mismas guacas, y ritos en todo aquel reino. El principal a quien adoraban, era el Viracocha Pachayachachic, que es el creador del mundo, y después de él, al sol, y así el sol como todas las demás guacas, decían que recibían virtud y ser del Creador, y que eran intercesores con él.

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