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Datos principales


Desarrollo


Capítulo 21 Trata en este capítulo la guerra rrey Monteçuma el biexo hizo en el pueblo de Aculhuacan y otros muchos pueblos, como se dirá Oydo los naturales y bezinos de aculhuaques, que rreinaba tonçes allí Neçahualcoyotl, llamó a todos sus prençipales e les dixo: "Mirá, hijos y hermanos míos, catá que os rruego y encargo si las bezes que aquí binieren o les topardes en caminos a los mexicanos y si algo os pidieren o quisiere de bosotros ayuda, fauor, de muy buena boluntad se lo dad y ospedallos con rregalo uras casas. Catá son bellacos y muy bellicosa gente astuta, porque si quisiéredes afrentaros o los maltratardes a de rredumdar en gran daño y peligro de todos nosotros y de nros pueblos, mugeres y hijos y aun de nras tierras. Y aunque soy rrey de bosotros, por eso me tengo de atreuer contra ellos, tengo yo de hazer con fuerça de mi persona lo que con uro, trabajo bosotros por ello haréis. Esto es menester beer y tener por cosa çierta. E tanpoco los prençipales anlo ellos de hazer, sino los miserables maçeguales, tanbién an de ser con el agrabio hiziéremos nosotros lastallo en guerras nros pobres amigos y basallos. ¿Abéislo tendido, aculhuaques prençipales? Dad a todas partes abiso a uros maçehuales". Rrespondiéronle todos con alegre semblante: "Señor, no tenga ni rresçiba detrimento alguno ura rreal persona, que haremos, guardaremos lo por bos madado todas partes".

El nueuo rrey de Mexico Tenuchtitlan llamado Motecçuma, llamado a todos los prençipales mexicanos y les dixo: "Señores, ¿qué dezís se haga de los de Aculhuacan, tezcucanos, cabeça de los aculhuaques, que es señor de ellos Neçahualcoyotl? Que para nro amparo y grandeza buestra y su alto meresçimiento y balor, era mi boluntad biar al rrey de los de aculhuaques llamado Neçahualcoyotl y dezirle de mi parte que boi allá en persona con el poder mexicano, uezinos y estantes de la laguna de en medio de los cañauerales y turales, que mientras boy allá y llegare a Chiquiuhtepec, haga señal de humareda, y llegado a Totoltepec, lo propio, hasta llegar Tecçiztlam, adonde será el término y rraya 23v mexicana y aculhuaques; y que luego que allí llegare, queme la casa de su dios y beamos esto todos los mexicanos. Y esta es mi boluntad". Y así, oydo esto por los prençipales mexicanos, tomó la mano de hablar Çihuacoatl Tlacaeleltzin, dixo: "Y hixo nro, muy querido y rrey temido, que beáis muy bien lo que pensáis hazer, que es lo que toca a su saber del Neçahualcoyotl, no rresçiban las miserables mugeres, niños, niñas y de cuna y los biexos detrimento o trauajo. Pero estáis obligado lo que es cargo de rrey yr abentaxando esta buestra casa, corte y tierras, engrandeçiendo y sanchando el trono, el ymperio. Y así, de mi boluntad está conforme con el buestro. Bayan buestros mensajeros a esto al rrey Neçahualcoyotl, qué rrespuesta traerán dél".

Dixo Monteçuma: "Y ¿quién yrán?" Dixo Çihuacoatl: "Bayan a ello Tocuiltecatl y Tlapaltecatl y con ellos otros dos hermanos buestros y nros, serán Achicatl teuctli y Chicahuaz". terados de la enbaxada, que llegaron a la casa de Neçahualcoyotl, saludaron muy cortésmente y explicaron su baxada a Neçahualcoyotl, el qual, oyda muy atentamente, dixo lo que rrespondió: "Ya os tengo oydo y lo que pretende uro amo y señor y mi hijo. Que mire que peso mucho, que puedo algo y tanto que del Marquesado, Tierra Caliente que agora se nombra, que es siempre Tlalhuic, traigo de rraíz árboles frutales, casas teras, otros géneros de cosas y magués con sus rraízes. Que soy contento de lo que me bía a mandar, que no eçeda de lo que dicho tiene y que yo le yré a topar a Chiquiuhtepec y Totolçingo y Tecçiztlan. Que cumpliré su boluntad. Yd agora, señores mexicanos, de mi parte al rrey Monteçuma y a los señores Çihuacoatl Tlacaeleltzin, con todos los demás, daréis mis saludes cortésmente". Llegados los mensajeros a Mexico Tenuchtitlan, explicaron la rrespuesta de la baxada que llegaron, presentes todos los prençipales mexicanos, dixo endereçadamente a Monteçuma. Y, abiendo explicado toda su baxada y rrazones y palabras, las maneras, las crianças, la suxeçión tienen sus basallos, dixo Monteçuma: "Descansad del trauaxo, hermanos y señores mexicanos, y luego mañana se trate y hagan sauer a todos los mexicanos se adereçen de sus armas, rrodelas, espadartes y otros géneros de macanas, debisas de tigueres, de pellexos, plumería, pellexos de águilas, leones, cueros grandes de serpientes y otras culebras brauas", heran y ban derechos a dar en Chiquiuhtepetitlan y haziendo esta guerra.

Oyda por los aculhuaques, dixeron: "Agora será, pues beremos para quánto son estos mexicanillos". Y luego las unas guardas con las otras en la propia parte teniendo rrespeto y término a lo tratado, les dezían los tezcucanos a los mexicanos: "Agora, miserables de bosotros, abéis de morir a nras manos". Y los mexicanos dixeron: "Aculhuaques, no nos espantan palabras, sino 24r nras obras y las buestras, esfuerço de unos y de otros. ¿Quáles serán los abentaxados?" E llegado el campo mexicano a la parte de Chiquiuhtepec, los enemigos acolhuaques delante, començaron los mexicanos a dar bozes y a rresonar sus rrodela con golpes, diziendo a bozes: "¡Mexicanos, mexicanos, oy se a de acabar y consumir aculhuaques, que nenguno a de boluer a su tierra!" Y luego se metieron en ellos los unos a los otros, dando los mexicanos grandes bozes, diziendo: "¡Adelante, mexicanos, se nos ban a más andar estos miserables acolhuaques!" Lléuanlos hasta Huixachtitlan. Prosiguiendo adelante con ellos los lleuaron hasta Coatitlan y de allí a Tulpetlac. Tornan de nueuo tras de ellos con más fuerças y destreza. Llegan a Calhuacan y de allí, biéndose tanto apretar, los aculhuaques dan a meterse la laguna, dentro de casas y laguna de Acolhuacan, abiendo muerto gran número de ellos, hasta lleuarlos a Tecçiztlan y Totolçingo. Y bisto esto, Neçahualcoyotl subióse luego a la torre de su ydolo y quemó la casa, de que se leuantó grande humareda. Y bisto los prençipales mexicanos la gran humareda del templo, a grandes bozes dixeron: "¡Ea, mexicanos, çeçen ya buestras fuerças, que ya es acabado y consumido el pueblo y pueblos de Aculhuacan!" Llegó luego el rrey Neçahualcoyotl y dixo: "Balerosos mexicanos, çesen ya las armas. Ya es cumplido el deseo buestro, mexicanos. Agora tomamos nro trabaxo y cautiuerio de seruidumbre y tributo. Agora será el cargar con nras personas, con nras sogas y cacaxtles. Y condoleos, mexicanos, de los biexos y mugeres y biexas, niños y niñas y los de cuna, que ya de oy más seremos buestros basallos".

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