Baile en el Moulin de la Galette

Datos principales


Alias

Le Moulin de la Galette

Autor

Henri Marie Raymond Toulouse-Lautrec

Fecha

1889

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

88´5 x 101´3 cm.

Museo

Chicago Art Institute

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Toulouse-Lautrec se inspiró para la ejecución de este lienzo en el que había realizado Renoir unos trece años antes sobre el mismo lugar. Pero la diferencia entre ambos trabajos la encontramos en que Renoir nos presenta el respetable ambiente dominical del local mientras que Henri nos ofrece una imagen más ruda y real, apareciendo el local como un lugar para el flirteo fácil e incluso la prostitución encubierta, como sugerían sus contemporáneos. El "Moulin de la Galette" era toda una institución en Montmartre durante los años finales del siglo XIX, lugar de peregrinación para los artistas extranjeros que llegaban a París como los españoles Ramón Casas y Santiago Rusiñol. En realidad era un barracón construido junto a dos molinos de viento inutilizados, pero ya se sabe que cuando un local se pone de moda no ha de ser ninguna maravilla. Esta sala de baile siempre estaba repleta de muchachas con las que iniciar una relación a través del baile. Aquí contemplamos en primer plano a tres de esas jóvenes mientras que en el fondo podemos comprobar el ambiente danzarín, envuelto en una especie de bruma motivada por el calor y el humo. El hombre de perfil de primer plano es Joseph Albert, pintor de paisajes y amigo de Lautrec, gracias a quien Henri conoció a Degas; curiosamente este hombre fue el primer propietario del lienzo. La influencia de la fotografía es destacable en esta escena al cortar los planos pictóricos, enfocar el primer plano y desenfocar el fondo. El colorido oscuro a base de verdes, grises y azules refuerza el ambiente chabacano del local, aunque para Toulouse-Lautrec era uno de sus favoritos, especialmente por el vino caliente con especias y azúcar que servían. El interés por la luz que hallamos en los impresionistas ha dejado paso a otros intereses en la obra de sus continuadores, especialmente el predominio de la línea sobre el color, reaccionando contra la pérdida paulatina de la forma a la que se encaminaban Monet y Pissarro. Lautrec influirá en las etapas azul y rosa de Picasso como se puede apreciar en el rostro de la muchacha de la izquierda.

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