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Datos principales


Tipo

Arma

Categoría

Terrestre

Desarrollo


La artillería "de batir" o "de sitio" jugó un papel decisivo en la toma de La Goleta. Una masiva preparación de seis horas por la artillería combinada de la flota y del ejército decidió probablemente el éxito del asalto. El detalle de la derecha refleja el hecho histórico de que en la marcha por tierra a Túnez la falta de caballos obligó a arrastrar a mano algunas piezas. El emperador reorganizó en 1534 (1549, según otras fuentes), y a propuesta de Miguel de Herrera la artillería del ejército, para acabar con el caos de calibres y tamaños existente (existían mas de setenta denominaciones de piezas de artillería, lo que da idea del problema). Aún así, habría hasta siete tipos: los cañones y culebrinas (estas últimas de tubo más largo y por tanto mayor peso y alcance) eran piezas "de batir", usando proyectiles esféricos macizos de piedra o hierro de 36 a 40 libras (unos 16 a 18 Kg.). Las bombas huecas explosivas no se generalizaron hasta décadas después. Los medios cañones y culebrinas eran de calibre mediano, y los sacres (cuartos de culebrina) y falconetes tiraban bolas de menos de 3 Kg. Pese a sus ventajas de alcance y precisión, las culebrinas pesaban más y consumían mucha más pólvora. En esta época las piezas se fabricaban en bronce fundido "de campana" (eran las de mayor calidad, pero más caras), hierro forjado y, desde 1541, hierro colado, más bastas y baratas. Para la expedición de Túnez el emperador reunió en Málaga 2 cañones dobles alemanes, 6 cañones águilas, 4 cañones reforzados, 3 culebrinas, 5 medios cañones serpentinos, 9 medios cañones pedreros, 25 medias culebrinas, 12 sacres, 6 bucazos y 14 falconetes. Un gran cañón de batir en campaña, con su masiva cureña de madera con ruedas, podía pesar 5 toneladas.

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