Granada, Granada, por los reyes don Fernando y doña Isabel

Datos principales


Autor

Carlos Luis Ribera

Fecha

1853-90

Estilo

Romanticismo Español

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

302 x 582 cm

Museo

Catedral de Burgos

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La ejecución de este enorme lienzo se prolongó en el tiempo ya que Ribera tardó más de 35 años en pintarlo. Posiblemente es la obra en que el pintor puso más empeño, al mismo tiempo que le provocó más frustración y desaliento. Ribera representa el Te Deum celebrado por los Reyes Católicos en el campamento de Santa Fe el 2 de enero de 1492, a las puertas de Granada, en acción de gracias por la conquista de la ciudad, rodeados por de la corte y sus servidores, siendo aclamados por el pueblo. Ante la visión de Granada al fondo, Isabel y Fernando aparecen arrodillados en lo alto de un cerro, mientras las tropas castellanas se ubican en la zona baja. Todas las figuras se orientan hacia el altar que aparece en la izquierda de la composición, aunque Isabel mira a la ciudad y Fernando la señala con el dedo, mirando hacia el espectador para hacernos partícipes del triunfo. Como personajes principales, los Reyes Católicos aparecen en el centro de la composición; a la derecha se sitúan los miembros de la corte, encabezados por el príncipe Juan y la princesa Juana, el Gran Capitán, los marqueses de Cádiz y Villena. El lado izquierdo está ocupado por los miembros del clero con el cardenal Mendoza, fray Hernando de Talavera y Cristóbal Colón. El cuadro está pintado para ser visto desde abajo, jugando el pintor con la perspectiva. Destaca el contraste entre las masas cúbicas de las casas granadinas y la minuciosidad de los trajes de los personajes, descritos a la perfección, mostrando Ribera sus excelentes dotes como dibujante.

Encontramos algunas influencias clasicistas, especialmente de Miguel Ángel en la muchacha de las trenzas que dirige su mirada hacia el espectador. El lienzo fue un encargo directo de doña Isabel II a su Pintor Honorario de Cámara, presentando Ribera un primer boceto en febrero de 1853. Debido al elevado número de personajes representados, Ribera tuvo que realizar una buena cantidad de estudios preparatorios y bocetos, siendo una obra lenta en su elaboración. El derrocamiento de la reina en 1868 provocó la interrupción de los trabajos, siendo firmado por el pintor en 1890 sin haberlo finalizado. Al fallecer Ribera, su esposa intentó vender la obra al Estado sin éxito, permaneciendo en poder de los herederos del artista hasta que después de la Guerra Civil fue comprado por un particular por 35.000 pesetas.

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